domingo, 11 de abril de 2010

Al hombre viejo, hendido por el rayo



Un rayo de besos perdidos, y de olas que golpean con fuerza el malecon.

Si llegaras a sentir el temblor que te acelera el pulso, notando como te recorren cientos de alambres bajo la piel, como si la sangre no tuviera espacio en las arterias, salta.
Salta alto. Hacia adelante o hacia atras. Pero "no te quedes inmovil al borde del camino".
Salta al mar. Salvate. O quedate y salta sobre mi, y muere.

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